martes, 5 de febrero de 2008

Sont temps pour les rêveurs.

No, no sé escribir, no sé por dónde comenzar tampoco, y es que acaso existen palabras para situaciones como estas, que suenen bonitas al leerlas, o que tengan la acertividad que quiero darles?

Soy un fracaso, lo repito... pero y si hiciera el intento... podrías comprenderme? podrías leer mi mente y sería todo mas fácil, quizás lo haz hecho, quizás esté balbuceando letras sin sentido, o tal vez porque exista el sentido... No, de nada sirve. Este día no tengo palabras para darte, sólo uno que otro quizás, una que otra palabra inventada para el caso... para el caso.

De acuerdo, me robas las palabras, lo hiciste hoy y los dias anteriores, y es que no puedo dejar de verte y escucharte, de oirte y de observarte. Tampoco podría conceptualizar todo lo que pasa, pero lo siento y mierda que lo siento!. No te puedes imaginar lo feliz que me haces, eres increible, logras dejarme completamente mudo, completamente fefo... y es que siempre tienes la palabra precisa, la sonrisa perfecta, en el momento que más necesito oirte y sentirte. Te siento, y es tan fuerte y atropellador que maldicion! te quiero! y es que simplemente quiero quererte, sin palabras bonitas, sin romanticismo forzado, sin la cotidianeidad que deboran los mortales un beso sistematizado. Eres demasiado para un loco seudo-humanista que quiere ser comprendido.

Hoy mis ojos hablaron para la ocación, cualquier palabra ahora opacaría y subestimaría lo que siento por ti.


Hoy... hoy... hoy... el comienzo de un sueño... un sueño... nuestro sueño.